Seguramente, más de una vez habrás escuchado de algún familiar, amigo y/o vecino decir que, los búhos y lechuzas, son aves de mala suerte, que representan entidades malignas o simplemente que son, brujas.
Ciertamente, estas aves son relacionadas a muchos mitos y leyendas populares en cada cultura. Sin embargo, es importante mencionar lo esencial que son para un ecosistema y resaltar que ninguna especie de ave nocturna es señal de una presencia maligna. A continuación, te contaré la verdadera historia de estas aves; los amos de la noche.
Rapaces nocturnas
En esta historia sin fin aparente, en donde el ser humano relaciona a las rapaces nocturnas con fuerzas malignas, es importante resaltar que los búhos y lechuzas pertenecen a un orden de aves llamado Strigiformes (los que tienen forma de lechuza) y no a las líneas demoníacas de las tinieblas.
El orden de estas rapaces esta compuesto por la familia Tytonidae (lechuzas) y la familia Strigidae (que incluye búhos, mochuelos, tecolotes, autillos, y entre otras). El modo de vida nocturna y las características distintivas de este orden han cautivado al hombre desde sus orígenes. Es esta misma razón, la que nos ha llevado a crear mitos y leyendas en relación a su biología.
Biología de los búhos y lechuzas
Los búhos, lechuzas y demás especies de este orden, se alimentan de carne, es decir; son aves de presa. Es por ello que su anatomía y fisiología esta adaptada a la cacería de otros animales como: ratones, lagartijas, e incluso aves, entre otros.
En las características que definen a estas aves de las demás: son ojos grandes y redondeados, que cuentan con un campo de visión periférica de 110 grados, y cerca de 70 grados de visión binocular. Su cabeza redondeada y su facial (rostro) son muy característica de su orden, además de sus finos y filosos picos.
Comportamiento de los búhos y lechuzas
Los Strigiformes, son de hábitos crepusculares y/o nocturnos. A medida que la noche se va acercando, los animales diurnos regresan a sus sitios de descanso, caso contrario con estas rapaces, las cuales apenas se alistan para dominar la noche.
Este comportamiento, se debe en gran medida a su excelente oído y principalmente a su visión, la cual se ve favorecida por la anatomía de sus ojos. Estos poseen pupilas muy dilatables y una mayor proporción de bastones que conos en la retina. Además de estas adaptaciones, sus ojos, cuentan con una membrana cristalina que tiene una función de espejo.
Esta membrana se llama Tapetum lucidum y hace que su visión sea seis veces superior a la del hombre. Esta membrana, logra aumentar entre 30 y 50 veces cualquier rastro de luz por pequeño que sea, mismo que hace brillar sus pupilas en la oscuridad cuando les alcanza un rayo luminoso.
Este mecanismo evolutivo es el que confiere a las Strigiformes el sobrenombre de, los «Amos de la Noche«. Sin embargo, cabe mencionar que esta membrana no es propia de los Strigiformes, de igual manera la poseen mamíferos de hábitos nocturnos.
Importancia ecológica
La importancia de los Strigiformes recae en la estructura y dinámica de las comunidades ecológicas, esto debido a su función como reguladores poblacionales, es decir; son depredadores top de la cadena trófica nocturna (Sergio et al., 2008).
Estas aves determinan los patrones estructurales de una comunidad y controlan plagas potenciales para cultivos agrícolas o en ambientes naturales (Bildstein, 2005). Es decir, estas aves generan una interacción positiva al convivir con los seres humanos, las cuales regulan lo que potencialmente podría representar una amenaza biológica desde el punto de vista económico y de salud para el hombre.
Conservación de los búhos
Los Strigiformes, al ser un orden de aves poco abundantes, demandan territorios muy grandes. Este orden es muy vulnerable a cambios ambientales derivados de las acciones humanas. Algunas especies, son tolerantes, y se benefician de la heterogeneidad del paisaje al encontrar mayores recursos (alimento y/o refugio). Sin embargo, la mayoría requiere de áreas boscosas para utilizarlas como sitios de reproducción, alimentación y descanso (Newton, 1979).
Actualmente se ha reconocido que, la desinformación y percepciones negativas en relación a los hábitos de estos animales, es una razón por la cual los seres humanos llegan a matarlas, basados en que son seres malignos, brujas, o nahuales.
Conclusiones
En relación a la historia detrás del mito de estas aves, espero que después de esta pequeña entrada, entendamos, y difundamos con la población en general, que las rapaces nocturnas no representan ninguna entidad maligna o cualquier tipo de brujería. Así mismo, es trabajo de todos, transmitir el conocimiento y la importancia que representan los Strigiformes para el equilibrio de un ecosistema. Además, ¿A quién no le gustaría ver y apreciar la belleza un búho o lechuza en una noche oscura? Sin más por el momento, te deseo,
Aves y más aves.
Referencias
- Rivera-Rivera, E., Enríquez, P. L., Flamenco-Sandoval, A., & Rangel-Salazar, J. L. (2012). Ocupación y abundancia de aves rapaces nocturnas (Strigidae) en la Reserva de la Biosfera Selva El Ocote, Chiapas, México. Revista mexicana de biodiversidad, 83(3), 742-752.
- Newton, I. 1979. Population ecology of raptors. Poyser, Berkhamstead, Hertfordshire. 399 p.
- Sergio, F., T. Caro, D. Brown, B. Clucas, J. Hunter, J. Ketchum, K. McHugh y F. Hiraldo. 2008. Top predators as conservation tools: ecological rationale, assumptions, and efficacy. Annual Review of Ecology Evolution and Systematics 39:1–19.
- Bildstein, K. 2005. Why migratory birds of prey make great biological indicators. Hawk Mountain Sanctuary, Kempton, Pennsylvania. p. 169–179.
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